jueves, 9 de agosto de 2007

Experimento con el agua y las palabras

Como ya comenté me llamó mucho la atención la experiencia del Sr. Emoto con el agua, el hecho de que sólo con poner unas etiquetas en el agua con palabras positivas o negativas se pueda cambiar las propiedades del agua me parecía algo muy fuerte e irreal, por eso, como Santo Tomas, quise verlo con mis propios ojos y salió. Cuando pasa algo así quieres compartirlo y ya hay dos personas que lo han experimentado y les ocurrió lo mismo que a mí. La foto me la ha enviado Gloria, el vaso de la izquierda contiene agua con arroz, las palabras que colocó encima fueron "Odio, Guerra y Maldad", el de la derecha tenía escrito "Amor, Comprensión y Bondad", ella se fue de vacaciones y olvidó el experimento, cuando regresó se encontró que el vaso de la izquierda estaba cubierto de moho y el de la derecha estaba totalmente blanco. Muchas gracias Gloria por hacerme llegar la foto. Para quien quiera hacer el experimento simplemente hay que hervir arroz o poner arroz cubierto de agua, en dos botes, para los más científicos, que los botes, el arroz, los letreros y las tapas (si se les pone), que sean iguales... No es un experimento científico (no hay doble ciego, y la muestra no es representativa), pero como experiencia dice mucho, si no te sale no te lo creas y si te sale repítelo tantas veces como lo creas necesario. A mí me ha convencido la experiencia. Si queréis ver las moléculas podéis ir a la página de abajo.
http://www.espinoso.org/biblioteca/aguaconsciente.htm

3 comentarios:

Diego L. Monachelli dijo...

Las palabras. El verbo divino.
Según dicen el nombre de Dios se ha perdido en la inmensidad de la historia… su nombre era el verbo creador, el que dotaba de vida a las cosas.
Las palabras dan de sí, todo lo que tienen.
Es nuestra responsabilidad saber usarlas y conocerlas.

Es grato volver a leerte,
aunque generalmente
permanezca en el silencio.

Candela Escribá dijo...

Gracias Diego, un honor que hayas leído mi blog. Con respecto a las palabras, el uso que tu haces es maravilloso, suelo leer de ven en cuanto tu blog y me encanta... sigue con lo que escribes y no desfallezcas porque eres inspirador para mucha gente. Y tranquilo por los silencios, dicen que no hay que utilizar el nombre de Dios en vano, por lo que para mí, el hecho de que me escribas de vez en cuando tiene mucho más valor.

+Ramón Villar Reyes dijo...

Para que el experimento funcione de manera más cintífica teniendo en cuenta la proporción de materia y agua en los seres humanos. Debéis poner dos tercios de agua para un tercio de arroz; ya que el ser humano está formado por dos terceras partes de agua y el resto es materia sólida. Acordaos de dos terceras partes de agua para un tercio de vino que es lo recomendado por la Iglesia para la liturgia sacramental.