Pequeños regalos de la vida

A veces la vida te da regalos inesperados, pequeños momentos que dices "¡mira que bien!". Esos momentos son importantísimos y debemos de ser conscientes de cada uno de ellos para que no se nos escapen sin saborearlos. A veces es pasear al atardecer en la orilla de la playa y sentir cómo te fundes con la mirada perdida hacia el horizonte, y ya no eres tú sino ese momento ¡qué maravilla y que poco cuesta!, otras veces se producen encuentros fortuitos que se quedan allí pero te alegran el día. La cuestión es que hace unos meses cogí un tren camino a Murcia, ya sabéis una de esas cosas que se hacen mecánicamente, sacas tu billete, esperas a que venga el tren, te subes y empiezas a mirar por la ventanilla pensando en cualquier cosa menos en las cosas importantes y sin vivir ese momento... Pues esta vez pretendía ser una de esas veces pero fíjate por donde me senté junto a un chico y de manera muy natural surgió una conversación, y resulta que este chico era escritor, fíjate por donde, a mi que me encanta leer, le dije que me encantaría leer algo de lo que escribía y he aquí por donde me dio un libro suyo "los gorriones suicidantes", un libro de cuentos de esos que te hacen pensar, a veces demasiado porque el lenguaje es bastante hermético, pero que no te dejan indiferentes. Me encantó. ¿No creeis que este es un verdadero regalo de la vida? Así que al igual que yo recibí ese regalo, quiero hacer partícipes a las personas que visiten este rincón y que leais su blog (www.monachelli.blogspot.com) , ya que os tengo que decir que me llevé la grata sorpresa de que al mismo tiempo era poeta, las fotos que hay colgadas son suyas también, él no hace lo que yo de buscar por internet y copiarlas... no soy tan creativa. Bueno, pues eso que os paso el blog y también la dirección de una revista virtual donde también escribe (www.opiniones.org). Ya sabeis que no son buenos tiempos para la lírica, como decía la canción, y la mayor difusión que podamos darle a los escritores noveles siempre es un aliciente para que no cese su productividad creativa, que es algo de lo que carecemos.